jueves, 3 de mayo de 2012

Carta de Garzon al Ministro del interior

Ya lo había dicho en ELPLURAL.COM el exministro del Interior, Antonio Camacho: "Ulloa compromete públicamente la seguridad de un protegido"
 
Garzón al secretario de Estado de Seguridad: “Enhorabuena por facilitar el trabajo a quien quiera buscarme”
El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón empieza a "tener miedo" de los métodos y el comportamiento" del número dos del Ministerio del Interior. En una carta publicada por el diario 'El País', responde a las polémicas declaraciones de Ignacio Ulloa a Europa Press sobre el supuesto abuso de Garzón del servicio de seguridad que tenía asignado y, de paso, daba todo tipo de detalles de su protección, reducida desde que dejó de ser magistrado.
Ya lo había dicho el exministro del Interior y diputado socialista, Antonio Camacho.  “Nunca dices públicamente cuál es el dispositivo de seguridad de alguien. Eso supone comprometer públicamente la situación de esa persona”, criticó en declaraciones a ELPLURAL.COM.

Atacar a los ciudadanos
Ahora, la respuesta viene de la mano del propio Garzón, quien en una carta abierta fechada en Bogotá el pasado 30 de abril critica las “bochornosas” declaracions de Ulloa. “Enhorabuena por facilitar el trabajo a quien quiera buscarme”, le recrimina. “Resulta inaceptable que un alto cargo de un Gobierno democrático, prevaliéndose de su cargo, se dedique a atacar a simples ciudadanos que, ni siquiera, como yo, le han pedido algo”, añade.

¿Razones políticas o ideológicas?
Tras responsabilizar a Ulloa de su seguridad, Garzón considera que la decisión de retirarle la mayor parte del dispositivo de seguridad puede “revertir en perjuicios irreparables” para su integridad. Añade que no alcanza a comprender “cuáles son las razones” que tiene contra él el secretario de Estado, “si son políticas, ideológicas o de otro orden”.

Una decisión suya personal
Además, critica que ningún miembro del Ministerio del Interior le ha informado de por qué se le eliminaba parte de su escolta. “He intentado conocer las razones de su departamento, solicitándolas a los responsables policiales, los cuales simplemente me indicaron que se eliminaba el dispositivo de seguridad que tenía por una orden suya, pero ninguno me ha comunicado las causas”, asegura.

Servicio a la ciudadanía
El exjuez revela que nunca ha tenido “miedo de los terroristas”, ni de lo que puedan hacerle, y recuerda que ha hecho su trabajo “sin escoltas y con escoltas” y daría su vida “sin dudarlo”, si con ello contribuyera al bienestar de la sociedad.

En respuesta a uno de los comentarios de Ulloa, que aseguraba que se le mantenía un dispositivo de seguridad mínimo, sobre todo, para protegerle de la ciudadanía, no de los terroristas o narcotraficantes a los que ha encausado, responde que nunca se ha sentido amenazado en este sentido. “A mí la ciudadanía me protege, no me genera inseguridad; yo no cargo contra ella, ni restrinjo los derechos de nadie, sino que trato de defenderlos”, ha aseverado.

Por último, Garzón avanza a Ulloa que no va a renunciar a la protección policial durante el tiempo que esté en España, porque no le va a facilitar su decisión, y le invita a que “haga lo que tenga que hacer”, pero sin ampararse “en los que le rían la gracia o le animen, porque la cosa es muy seria”.

Reproducimos por su interés la Carta abierta de Garzón a Ulloa

 ”Con amarga sorpresa veo las inaceptables declaraciones que ha hecho a la agencia Europa Press, en el día de ayer, sobre el servicio de escolta que usted ha decidido establecer para mi protección. Resultan bochornosas todas y cada una de las afirmaciones que hace y, lo que es más grave, sabiendo que al hacerlas agrava la situación de riesgo en la que usted me ha puesto. No alcanzo a comprender cuáles son las razones que tiene contra mí, si son políticas, ideológicas o de otro orden. Tampoco me preocupan lo más mínimo. Pero no puedo ni debo dejar pasar esta ocasión de comunicarle lo procedente.
Hasta el momento, ningún miembro del Ministerio del Interior, más allá de unas escuetas palabras del comisario de la Audiencia Nacional, a quien se lo agradezco, me ha informado de por qué se me eliminaba la escolta. Lo han hecho sin más explicaciones sobre cuáles eran las razones del cambio en mi protección, exactamente al día siguiente de concluir el juicio del caso Gürtel contra mí.

Posteriormente, por su orden, también sin anunciármelo formalmente, se eliminó el vehículo en el que tendría que ir el policía de escolta, dejando un servicio que usted sabe que es absolutamente inefectivo, y que no vale más que para salvar su responsabilidad al no atreverse a eliminar la protección en su integridad.

Señor secretario de Estado de Seguridad, le hago responsable de mi seguridad y de que la decisión que ha tomado pueda revertir en perjuicios irreparables para mi integridad. He intentado conocer las razones de su departamento, solicitándolas a los responsables policiales, los cuales simplemente me indicaron que se eliminaba el dispositivo de seguridad que tenía por una orden suya, pero ninguno me ha comunicado las causas. Tampoco lo han sabido hacer las personas vinculadas a esa secretaría, a las que he consultado, más allá de afirmar: “No se sabe nada, es una decisión del secretario y el documento en el que se contiene no ha sido facilitado y existe orden de que no se muestre”. Realmente me gustaría, por mi propia tranquilidad, conocer ese informe.

Puede usted reevaluar el riesgo o lo que quiera, pero le pido que no me amenace con que me puede quitar la escolta, adelantando que soy yo quien dificulta la fórmula alucinante que usted ha ideado. Esto, señor, además de ser falso, no disminuye su responsabilidad si me ocurre algo.
Por cierto, ni he tenido ni tengo miedo de los terroristas, ni de lo que puedan hacerme; desde que entré en la Audiencia Nacional, asumí gustoso mi compromiso y entrega con España a través de la justicia y por la seguridad de los ciudadanos/as. Este trabajo lo he hecho sin escoltas y con escoltas y daría mi vida sin dudarlo, si con ello contribuyera al bienestar de la sociedad; la ciudadanía, a la que usted alude en su entrevista para insinuar que son las reacciones de la misma el motivo para mantener mi seguridad, podrá estar de acuerdo o no conmigo, pero jamás hará nada contra mí; es más, me siento seguro con ella, porque confío en la misma y porque comparto el abnegado sufrimiento que tienen que soportar día a día. Creo que usted se mueve por unos sitios mucho más “altos” que yo y conoce poco al pueblo español. A mí la ciudadanía me protege, no me genera inseguridad; yo no cargo contra ella, ni restrinjo los derechos de nadie, sino que trato de defenderlos. Si alguien dice algo en mi contra, sabré actuar con respeto y en consecuencia. Pero le aseguro que después de lo que estoy viendo y de su actitud empiezo a tener miedo de usted, de sus métodos y de su comportamientos. Lo que usted afirma y con la ligereza que lo hace, me preocupa profundamente y debería preocupar a los ciudadanos/as en general, al conocer en manos de quién está la seguridad de nuestro país.

¿Acaso considera usted lógico que eche a un miembro de mi familia cuando voy en el vehículo familiar para que suba el policía, por el que siento el máximo respeto, en el coche? ¿Cómo debería de ir en ese caso mi madre, mi hermana, mujer, hijo o nieta? ¿Andando, en bicicleta, en tren? ¿Quién se hace cargo de los seguros de esa persona si le ocurre algo en un vehículo que no es oficial? ¿De quién es la responsabilidad si ocurre un accidente? ¿Si me subo en un vehículo ajeno, dónde lo hace el policía de escolta, habida cuenta de que ustedes ni le pagan un taxi?. Usted debe estar de broma.

Habla de que el escolta no está para llevar la maleta. ¿Quiere que la tire? ¿Cómo lleva entonces su ropa y sus enseres si va de viaje? Fíjese señor secretario, incluso he tenido que pedir el favor a una compañera para que permitiera al escolta guardar su maleta en su vehículo, porque el funcionario la llevaba a cuestas mientras me seguía andando por las calles de Madrid, hasta que llegó la hora de salir de viaje conmigo en el AVE. No sé usted, pero yo, cuando estoy en Madrid, voy andando a los sitios, porque me gusta pasear por sus calles, de modo que ya me dirá. Si quiere, le puedo llevar la maleta al policía o a cualquier otro policía en agradecimiento al trabajo que han hecho y hacen día a día, en condiciones infrahumanas. Incluso sería un honor, pero creo que la situación resulta esperpéntica y especialmente peligrosa para quien no puede hacer su trabajo con las mínimas garantías.

¿Quiere usted decir que si tomo un taxi, el policía deberá subir conmigo al mismo? Y si vamos cuatro personas, ¿dónde se subiría el policía? Usted ha despojado a la policía de los instrumentos mínimos para ejercer su labor con dignidad. Agradezco a la Policía el servicio abnegado que durante años ha hecho, velando por mi seguridad. Asimismo doy las gracias a todos los mandos policiales con los que he trabajado durante 23 años, sin el más mínimo incidente, pese a las grandes dificultades y retos que se nos han presentado.

No quiero el vehículo policial para subirme en él. Desgraciadamente para mí, he tenido que sufrir esa situación durante mucho tiempo, porque así se dispuso por quien tenía la responsabilidad de hacerlo. Pero lo lógico es que, por dignidad, lo lleve quien tiene que protegerme. Mire, que usted considere que ya no tengo riesgo no significa nada para mí, ni me genera más tranquilidad. Es más, me produce más preocupación y zozobra. Por cierto, en todo el tiempo que he estado en la Audiencia Nacional, no le he visto por allí en ningún momento, ni creo que sepa algo del riesgo que comporta para los que allí están y para los que sin estarlo hemos salido de la misma, la labor allí realizada, al ser vanguardia en la lucha contra las formas más complejas de delincuencia.

Asumo mi situación, siempre lo he hecho, a pesar de ser consciente de que la vida vale poco cuando alguien quiere quitarla. Cada día lo vivo, lo sé y lo acepto, pero no le consiento que menosprecie el trabajo realizado por mí durante 23 años al servicio de mi país, porque ni tiene razón, ni necesidad de hacerlo, ni tampoco tiene por qué echarme suciedad encima. No quiero nada, absolutamente nada de usted, pero resulta inaceptable que un alto cargo de un Gobierno democrático, prevaliéndose de su cargo, se dedique a atacar a simples ciudadanos que, ni siquiera, como yo, le han pedido algo. Su obligación, por el cargo que ocupa, es proteger a los ciudadanos, le gusten o no, pero, desde luego, no debería dedicar su tiempo a generar desasosiego en ellos, como está haciendo.

En fin, señor secretario de Estado, qué pena que tenga usted que utilizar un medio de comunicación para atacar a un ciudadano normal y que ni usted, ni ningún responsable de su departamento, me hayan informado de la evaluación de riesgo que, sería de suponer, han llevado a cabo. Al respecto le digo que no ha respetado ni uno solo de los protocolos en la materia. He tenido evaluaciones de riesgo en cada uno de los países donde he estado y he sido entrevistado por las autoridades responsables y, en función de ello, se ha decidido el tipo de protección que correspondía; como los he recibido en España, dese 1988, salvo de usted o de quien corresponda por su orden. Usted, señor secretario de Estado, sencillamente puede alardear de haberle quitado la escolta a Garzón y luego publicitarlo por los periódicos, ¡viva el concepto de discreción y seguridad que tiene usted!, pero lo que no puede ni debe hacer es contribuir a aumentar ese riesgo de las personas a las que debe proteger aunque no le guste.

Por lo demás, todas las medidas de seguridad sobre mi familia fueron decididas, en su momento, por el Gobierno del Partido Popular. Y nunca las pedí, ni las quise, sino que las sufrí por mi trabajo. ¿Usted piensa que es agradable, por muy discretos que sean, estar rodeado de policías porque, según el Ministerio del Interior, hay riesgo contra tu vida o la de tu familia? Su departamento, ahora, sin saber bien por qué, lo único que ha hecho es desprotegerme y poner en riesgo mi seguridad dando a conocer mi situación a través los medios de comunicación, a cualquier persona. ¡Enhorabuena por facilitar el trabajo a quien quiera buscarme!.

Por otra parte, me parece grotesco que aluda usted a la protección que he tenido fuera de España, cuando a estos policías o se les ha impedido que se movieran para acompañarme a España, porque si lo hacían se les retiraba la comisión de servicio y han estado tirados por ahí afuera, sin sus familias, sin ningún incentivo y sufriendo en ese tiempo, y ahora, claras represalias por haber trabajado como escoltas míos. Son dos grandes y excepcionales profesionales a los que se les persigue por mí. Usted, señor secretario, debería ocuparse de estas cosas y no de dar carnaza a quienes la quieren para continuar la misma dinámica de siempre.

No voy a renunciar, como usted desearía, según se deduce de sus palabras publicadas, a la protección policial para el escasísimo tiempo que estoy en España, porque considere que no es efectiva, que no lo es, sino porque no le voy a facilitar su decisión. Haga lo que tenga que hacer, pero no se ampare en los que le rían la gracia o le animen, porque la cosa es muy seria, ni ponga en riesgo la seguridad de los propios policías, anulando, con ese sistema, toda posibilidad de reacción para proteger a la personalidad o a sí mismos.

Señor secretario, le pido por favor que, la próxima vez, se dirija a mí a través de un medio que no sea una agencia de noticias; mis datos y dirección obran en su poder. Y cuando decida retirar la protección, comuníquemelo con un tiempo, siquiera sea por cortesía y para que pueda tomar mis medidas. Yo, por mi parte, vistas las circunstancias, le remito esta carta a través de los medios, en los que usted ha decidido que se resuelva la cuestión, porque así tengo la seguridad de que le llegará.
Atte.
Baltasar Garzón

Cataluña cobrará por ingresar en el hospital y Madrid por circular por las carreteras regionales

´FERIA DE LA ESTAFA´ AL CIUDADANO

La derecha, sea la nacionalista catalana o la nacionalista española, está desbocada en la carrera por esquilmar el bolsillo de los ciudadanos. Las últimas ocurrencias en este festival de chapuzas para sacar dinero las han protagonizado Cataluña y Madrid. La primera, además de que los enfermos paguen sus medicinas y sus recetas, deberán abonar 5 euros diarios por cada día ingresado en un hospital. La segunda, plantea peajes en las principales carreteras autonómicas.

Cataluña cobrará por ingresar en el hospital y Madrid por circular por las carreteras regionalesPara ser liberales, y enemigos del Estado, y odiar los impuestos, tanto la administración regional de Madrid como Cataluña están lanzados en una carrera desenfrenada para llevarse las últimas monedas de los bolsillos de los ciudadanos. La proporcionalidad en los impuestos, la redistribución de la riqueza, la solidaridad, o incluso, la más elemental justicia, están ausentes de su vocabulario.
Esperanza Aguirre, la muy liberal dirigente madrileña, al tiempo que presume de bajar todos los impuestos a su alcance, se queja de que no tiene dinero para mantener las carreteras de su red viaria y, por eso, lo tendrán que pagar (otra vez) los ciudadanos madrileños.

Según Aguirre, "vamos a tener que poner peajes en las carreteras madrileñas", ha señalado en la entrevista, donde ha concretado que serán peajes "pequeños" pero que lo tienen que hacer porque no pueden "pagar su mantenimiento".
La Presidenta, ya puestos a quitarse lastre, ha indicado que no puede sostener la sanidad, la educación, los servicios sociales y el transporte con los ingresos que tiene ahora. "Hay que aumentar los ingresos y reducir los gastos y eso no es siempre fácil", ha añadido.

En este sentido, ha explicado que estos peajes serán en las autovías regionales como la M-501 o la M-45. "Tenemos un montón", ha aseverado, al tiempo que ha explicado que estas vías les cuestan al año 30 millones de euros y que no tienen "más remedio" que hacerlo.

Enfermar es arruinarse

Por su parte, el  conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, ha reclamado de nuevo al Gobierno central que relaje el marco normativo y permita a la Generalitat aplicar medidas de copago en sanidad, como por ejemplo el pago de cinco euros por noche pasada en el hospital o el pago del 100% de los medicamentos a las personas con rentas superiores a 100.000 euros anuales. Sobre todo esta última medida se considera en los círculos en defensa de la sanidad pública el primer paso para dinamitar el sistema público de salud. “Primero se empieza diciendo a los ricos que, en lugar de impuestos, paguen tasas por sanidad y, después, se les reconoce el derecho a pagar esas tasas sanitarias a quien mejor le parezca, la sanidad pública o la privada. Y ya está: ya tenemos una sanidad para ricos y otra para pobres”, señalan.
Muy en su perfil de nacionalista y de derechista, Mas-Colell no quiere que el Gobierno de Mariano Rajoy haga nada en especial, simplemente que le deje las manos libres a la Generalitat para campar a sus anchas:  "No pedimos que Madrid haga; nos conformaríamos con que nos dejara hacer. Es un poco desesperante que a veces desde Madrid ni hacen ni dejan hacer. Si nos dejaran hacer ya estaría perfectamente bien", ha reclamado muy digno.

 El conseller ha defendido que las medidas citadas, el cobro por estancia en hospital o por tratamientos ambulatorios para las rentas más altas  son solo “ejemplos” de lo que está maquinando su Gobierno, y que son "medidas muy moderadas de pagos complementarios, siempre respetando el principio de universalidad", a través de mecanismos que garanticen que todo el mundo pueda acceder a la sanidad.
Así, en el colmo del sarcasmo, ha matizado que, quien no pudiese pagar los 5 euros, pues no pagaría, pero claro, no se sabe qué nivel de indigencia general eximiría del pago de la tasa. Igualmente, ha explicado, que a los más pudientes se les pediría el 100% de los medicamentos, “excepto en tratamientos muy caros” que serían financiados, como hasta ahora, a escote entre ricos y pobres.
Mas-Colell también se ha alienado con Esperanza Aguirre en el sentido de reclamar más hachazos contra los ciudadanos por parte del Gobierno central. En su opinión, los recortes de Mariano Rajoy son "tímidos" y no conseguirán generar el ahorro o el incremento de ahorros necesarios.
"Se debe avanzar más de lo que hasta ahora se ha anunciado", ha añadido, dando a entender que el Festival de las Ocurrencias y los despropósitos para destruir el sistema público de solidaridad y cohesión social sólo ha hecho que empezar.

Los empresarios ya no creen en la Reforma Laboral para crear empleo y anuncian 6 millones de parados en 2012

El ´mantra´ de que la reforma laboral era imprescindible par crear empleo ya no forma parte del argumentario delos empresarios españoles, quienes, por boca de su vicepresidente Arturo Fernández, han admitido que les sirve para "estabilizar empresas", adelgazando sus plantillas y abarantando los costes laborales. Fernández ha pedido que las organizaciones sindicales y empresariales dejen de percibir subvenciones públicas.

El vicepresidente de la CEOE y presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, ha asegurado este miércoles que España rondará los seis millones de parados a finales de este año "con o sin reforma laboral". "Eso ya se esperaba", ha insistido.

Fernández, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, ha subrayado que la reforma laboral del Gobierno es necesaria, aunque no sea "la purga de Benito" o "la virgen de Lourdes", pues está sirviendo para sentar las bases de un sistema laboral "más moderno, flexible y ágil".


El vicepresidente de la patronal española ha destacado que la reforma "es una manera de estabilizar a las empresas" que también "las están pasando canutas". "Hay empresas que caen todos los días, como parados", ha agregado.


El dirigente empresarial ha asegurado que si se logra estabilizar la sangría del paro, la reforma laboral se empezará a ver como buena y positiva a principios de año, aunque los sindicatos, pese a estar en su derecho, no lo vean así. "Pero tienen que entender que esta reforma era necesaria", ha agregado.


Fernández ha augurado que 2012 será un año "durísimo" y ha apoyado los ajustes que está realizando el Gobierno porque son "necesarios". Como nota positiva, ha apuntado que tanto el Ejecutivo como los empresarios estiman que a primeros de 2013 "habrá algo de alegría".


"Ahora mismo se ha instalado en la calle el mal humor porque hay mucho paro, la gente teme perder su empleo y las empresas están cayendo (...) Vamos a pasar un preverano bastante complicado", ha pronosticado.


Fernández ha considerado "estupendo" que el Gobierno tenga la posibilidad de intervenir a aquellas comunidades autónomas que no cumplan lo acordado y gasten más de lo que deben. "Me parece muy bien y si lo tienen que hacer, que lo hagan ya", ha declarado.


Como deberes al Gobierno, Fernández ha puesto la culminación de la reestructuración del sector financiero para que fluya el crédito y también desarrollar lo que está pendiente de la reforma laboral.


REFORMA INTERNA DE LOS SINDICATOS Y DE LAS PATRONALES.


El vicepresidente de la CEOE ha señalado además que los sindicatos y las patronales están "anticuados" y ha instado a introducir reformas en ambas instituciones y a eliminar las subvenciones que reciben.


"Los sindicatos están en el siglo pasado y las patronales también. Pienso que la patronal ya está para una buena reforma y los sindicatos también están en un momento para que se modernicen. Es importante que haya sindicatos fuertes, que se acaben las subvenciones para todos, para las patronales lo primero", ha precisado.